Soy un traidor a mi clase

Por Pablo Banegas, columnista invitado
Soy un traidor a mi clase; ese rejunte llamado clase media. Soy un traidor a mi clase porque no me siento solidario con los que piden seguridad a cualquier precio, soy más traidor porque no quise regalarle el puerto a un oligopolio sojero, soy un traidor porque no me agarran ataques de histeria si un político me habla con mayor o menor grado de soberbia.
Y desde anoche soy más traidor todavía: NO ME SIENTO SOLIDARIO CON EL RECLAMO DEL CAMPO Y MUCHO MENOS CON SUS DIRIGENTES.
Cuando hay una renta extraordinaria el estado debe distribuirla: pasa en Chile con el cobre, pasa en Venezuela con el petróleo. En Argentina no tenemos ni cobre ni petróleo, tenemos soja y con el riesgo de que se convierta en un monocultivo.
En la década del noventa las empresas privatizadas se llevaban TODO, pero TODO al exterior. Con niveles de rentabilidad superiores a los de sus casas centrales en Europa, cercanos al treinta por ciento, despidieron obreros, aumentaron la desocupación y la pobreza, dejando cascarones vacíos con malos servicios, que así y todo les siguen dando ganancias. Y la clase media que anoche salió con cacerolas ¿qué hizo cuando Menem, María Julia, Adelina de Viola y Alzogaray nos robaban TODO el país? ¿Qué hizo la clase media cuando Menem le dio el gobierno a Bunge y Born que robó descaradamente, dejó hiperinflación y se fue? ¿Qué hizo la clase media cuando ramal que paró ramal que cerró?
¿Que hizo esta clase media cuando se regaló YPF?
Soy un traidor a mi clase, esa clase que no pudo esperar seis meses para que se llamara a elecciones y que no se nos viniera la noche de la dictadura. Soy un traidor a mi clase porque pienso que el gobierno comete un abuso fiscal con el I.V.A., no con las retenciones. El I.V.A que afecta a los que tienen menores ingresos: un desocupado paga el mismo impuesto por un litro de leche que alguien que gana veinte mil pesos o diez mil dólares. Esto es injusto. Pero somos tan brutos e ignorantes que salimos a abollar la tartera repitiendo lo que dicen comunicadores tilingos y mercenarios: APOYEMOS EL CAMPO.
Para que el campo tenga rentabilidad el gobierno debe mantener el dólar alto y para mantener el dólar alto hay que comprar dólares imprimiendo bonos que vencerán cuando mis chicos quieran ir a la universidad. La devaluación que nos aniquiló, que se quedó con nuestros ahorros de una vida, licuó las deudas que contrajeron durante la convertibilidad, cuando por otra parte había cero retenciones y fue cuando más productores quebraron. Con la devaluación yo me sacrifiqué, los más pobres se sacrificaron, ellos no, porque la recuperación de los precios internacionales les permitió deshacerse de deudas tres o cuatro veces más chicas y empezar a crecer, para beneficio propio y del país, esto último no hay que negarlo.
Pero yo no quiero hablar del campo, sus productores, su prepotencia, su falta de solidaridad, la colaboración con golpes militares; yo quiero hablar de mi traición a mi clase. Clase que pedía represión cuando los desocupados bloqueaban una ruta o una calle, hoy no sólo que parece que no piden lo mismo, sino que decididamente apoyan ese delito.
Traiciono a mi clase porque sigo sin entender que salgan a golpear cacerolas por las retenciones al campo. Soy un traidor a mi clase porque me preocupa que pongan en riesgo la institucionalidad del país, porque lo de anoche se parecía tanto a un golpe de estado que me dio miedo. Acaso no nos acordamos de Illia y la anulación de los contratos petroleros, acaso no lo sacaron a patadas, entre otras cosas, por eso de tocar intereses económicos. Entonces soy un traidor y lo repito, soy un traidor a mi clase que no acepta discursos digeridos en otros estómagos y menos que me los quieran hacer comer.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
GRANDE PABLO..... el pueblo aguanta a estos pocos egoistas que te miran con media bolilla de hojo por el vidrio tonalizado a medio levantar de la 4x4 ........
saludos santiago
Noticias San Pedro ha dicho que…
Pablo: agradecemos la publicación de tu columna, que aporta al pensamiento y el debate serio.
Gabriel y Felicitas
Noticias San Pedro ha dicho que…
Estimada Felicitas:
Uno llegó a la "We" un poco tarde vio. Por lo que te pido hagas llegar mi solidaridad y suscribir totalmente a la nota de Pablo Banegas donde plantea su no pertenencia de clase.
Te pido esto por no saber como ingresar un comentario al blog.
Gracias, saludos y felicitaciones por el espacio informativo.
Naico
Anónimo ha dicho que…
Gracias,Pablito por sintetizar tan bien ese sentimiento dicotómico de "sentirse siempre a contramano". Te entiendo y lo comparto, porque me pasa casi todo el tiempo. Pero no estamos solos (Lennon dixit) María Rosa
Alan ha dicho que…
Hay una gran cantidad de variables en este asunto, desde como se han disparado los precios internacionales hasta las retenciones como herramienta de control del Estado (todos somos el Estado). Sino miremos unpoco como funciona esto en otras partes del mundo. También la de discriminar al de 50 hect del que tiene 110.000. LA de saber cuales son las redistribuciones que correponderían y las actuales (mantenimiento de sus estructuras patoteriles nacionales, mantenidas con subsidios y cargos). Un Gobierno que debería tener un rol de diálogo y no de provocación.
Por ultimo, el año pasado fue advertido y este año lo terminaron de ejecutar: el regalo de Cerro Dragón. 90.000 barriles diarios de petroleo argentino a manos extranjeras cedidas por este proyecto de pais K, que a veces la clase media aplaude y a veces detesta. Depende el día, no?.

Alan Ocampo.
Gustavo Camacho ha dicho que…
Hola Pablo!. Me dio mucho gusto leer tu columna. Desde que este conflicto saltó a la opinión pública, vengo dándole vueltas en mi cabeza, tratando de concatenar todas la variables que intimamente me inducían al desagrado y la bronca. En lo personal la proximidad de la conmemoración del 24 de Marzo, me perturbaba para echar luz sobre estos asuntos, fecha que mucho tiene que ver con estos sectores que hoy se ponen en victimas.
Hoy te leo y tengo un recuerdo muy primitivo del campo en San Pedro, una vez cuando salté un cerco para robar unas naranjas, esas que no podía comprar en la verdulería o en el costado de la ruta -que ahora cortan por su reclamo-, uno de estos "pequeños productores" que hoy llaman a la solidaridad, me dió un tiro de escopeta con un cartucho relleno con sal gruesa. No me senté por 15 días. Bajo la impronta y el mandato de ese recuerdo, y adhiriendo a toda la exposición de tu columna, puedo esclaracer mi cabeza y decir, a coro con vos:
"NO ME SIENTO SOLIDARIO CON EL RECLAMO DEL CAMPO Y MUCHO MENOS CON SUS DIRIGENTES".
Y esto se afirma, cuando abro el diario y leo que el Sr. Tauteris (el mismo que viene explotando la clase obrera sampedrina desde hace una historia completa), hace declaraciones como representante del sector. Una vergüenza, por suerte ajena.
Pido tu autorización para publicar tu columna en mi blog: http://necesaria.blogspot.com
Anónimo ha dicho que…
adhiero pablo a lo que decis, lo cual ni un ápice tiene de traición.
repudio total y absoluto al lockout agropecuario, que refleja unicamente el demedido egoismo de las sociedades, federaciones, confederaciones rurales, quienes no conformes con haber ganado millones de dolares, desvastando bosques, deslojando comunidades indígenas, eliminando mano de obra, contaminandos suelos, mutando cultivos, aumentando los productos de consumo interno, aun pretenden ir por mas. repudio a la oposición de derecha que pretende hacernos creer que apoyar a los latifundistas es la alternativa justa y poular. por la participación de los campesinos, indíginas, pequeños productores, agrimensores, ecologistas, nutricionistas, en las decisiones relativas al campo.
un abrazo.

PD: vengo de http://necesaria.blogspot.com/2008/03/gente-de-campo.html
Gracias a vos y a Gustavo.
Unknown ha dicho que…
Excelente despliegue literario e informativo. Y lo mejor, es que comparto su opinión.

(tmb vengo de necesaria)

Saludos desde capital.
Gaidita ha dicho que…
Pablo:
Si Naico llega tarde por dos días, yo vengo en carreta. Lo lamentable es que en carreta, no llego tarde, porque a más de un año, las causas que te movieron a comunicar tu bronca siguen siendo.
Y eso es lo peor, que en un año no revertimos, sino que seguimos pa' tras.
Un abrazo por la valentía de decir esas cosas en el ojo mismo de la tormenta, donde se ve menos, la presión es mayor y los alientos externos no llegan a tiempo.
Y felicitaciones a todos por el blog, que me parece muy bueno y sobre todo muy honorable.
Gaidita