De hipócritas e incoherentes

Según la Wikipedia, hipocresía es “el acto de fingir que se tienen cualidades, ideas o sentimientos que en realidad no se tienen. La palabra proviene del latín tardío hypocrisis y del griego hypokrisis, que significan acción de desempeñar un papel”.
Luego de este “marianogrondonismo”, pasemos un minuto por Freud (o Lacan, quien prefiera) y tratemos de encontrar una explicación psicológica al asunto: “Cuando un hipócrita finge ser lo que no es lo hace muchas veces por la falta de autoestima, lo que obliga a tal persona a hacerse una imagen que desearía tener, la cual muchas veces esta muy lejos de su realidad. Se relaciona generalmente con una auto-decepción”.
Por su parte, la incoherencia puede definirse como “falta de conexión en las cosas que se dicen o se hacen” o bien como un “absurdo, un hecho sin sentido”.
Ambas definiciones pueden aplicarse claramente a las clases políticas en general, a las argentinas en particular, y al microscópico mundo de los dirigentes sampedrinos.

Mezcla rara
Cerradas las listas de candidatos, nos encontramos con dos escenarios, y a la vez con dos lecturas posibles.
La primera, positiva, está relacionada con la inclusión de sectores juveniles, profesionales y comerciantes honestos y dirigentes sociales en las nóminas de candidatos. Pueden mencionarse, a modo de ejemplo, a Diego Bennazar, Alan Ocampo, Matías Monfasani, Alejandro Villalón, Silvio Corti o Matías Velo entre los primeros, y a Pablo Guacone, Silvia Casal o Fernando Bennazar entre los segundos.
La segunda lectura, no tan optimista, es que la hipocresía y la incoherencia han ganado espacios hasta transformarse en denominador común entre los referentes de los partidos (o lo que sea en que se han transformado) con mayores posibilidades de llegar a la Intendencia y el Concejo Deliberante.

Hipócritas e incoherentes
La hipocresía corre por cuenta de quienes pretenden hacernos creer que son progresistas, e impulsan los negocios del capital privado sobre cualquier otra cosa, bajando desde el Presidente de la Nación y llegando a quienes son sus seguidores en San Pedro, en las dos listas que tienen mayores posibilidades de ganar. También es de aquellos que formaron parte este modelo político y ahora se distancian por motivos que nunca conoceremos e impulsan un quiebre, bajando de Lavagna y llegando a quienes quedan a media agua entre el apoyo y la distancia.
La incoherencia es de quienes dicen ser radicales y apoyan a un peronista (Kirchner o Lavagna) y también de aquellos que dicen ser peronistas y apoyan a un radical (Barbieri).

Historia
De incoherencias e hipocresías se trata el apoyo de Carlos Rotundo y Mario Barbieri a la lista de Senadores Provinciales que integra Julio Pángaro, hasta hace poco tiempo casi un enemigo para ambos y ahora, por necesidad, un aliado bajo el paragüas del pingüino.
Fue Rotundo el mismo que se distanció de Pángaro hasta el punto de formar con Trelles, Salazar y Monfasani un frente “anti Pángaro” en 2001 y no apoyó la candidatura de Ester Noat en 2003.
Es el mismo Barbieri quien en 1997 denunció desde el Concejo Deliberante la gestión pangarista de Trelles, derrotó a su delfín Rotundo en el 99 (cuando todavía era hombre de Germán López) y enfrentó a la esposa del ex Intendente en las elecciones de 2003.
A su vez, el mismo Germán López que hoy cuestiona a Barbieri es quien le “prestó” su estructura política para ganar las elecciones del 99. .
Y es el mismo Pángaro que fue duhaldista hasta la médula pero que con la traición de Kirchner consumada se quedó del lado del poder.

Necesidad y urgencia
La trastienda del armado de las listas provoca escozor, por no decir asco. Son los mismos que hablan de la nueva política (oficialistas y opositores) los que utilizan el dedo mágico para imponer nombres, más allá de que después puedan resultar bien vistos en la sociedad.
Después de años de reclamos para que las internas de los partidos políticos se transformaran en abiertas y simultáneas, ahora no hay nada, ni siquiera las viejas elecciones con punteros y gente votando a cambio de dinero. La gente dejó definitivamente de tener participación (aunque nunca tuvo demasiada), y ni siquiera le importa.
Más allá de que muchos de los participantes en las nóminas son personas honestas, la propia metodología fue atroz.
Para muestra, basta decir que un referente de un partido minoritario fue tentado por los tres sectores mayoritarios para ser parte de sus listas.
O que un ex presidente del Concejo Deliberante acérrimo rival de las metodologías del germanismo-barbierista, fue tentado para encabezar la nómina… oficial!!!
Pero el colmo fue para un ex concejal expulsado de la UCR (por oponerse a un proyecto oficial que hubiera endeudado a la Municipalidad en millones de pesos), y que fue tentado casi simultáneamente por los dos sectores del radicalismo que lo echaron en su momento.
Ellos no fueron incoherentes, y rechazaron los ofrecimientos.

¿Y ahora?
¿Cómo esperar algo positivo del 29 de octubre, con futuros gobernantes (sean quienes sean) que se regocijan con el capital privado al tiempo que tiñen su discurso con frases de una izquierda tan hipócrita como ellos?.
¿Qué puede resultar de una falta de políticas que mezcla el populismo del regalo de viviendas sin contención social con los acuerdos nunca esclarecidos que permiten instalar grandes negocios privados en terrenos públicos?.
¿De qué forma creerle a una futura presidenta que dice ser progresista, pero se viste en la Quinta Avenida, no pisa jamás el barro y se muestra extasiada con empresarios europeos?
¿Cómo explicarle a las futuras generaciones que son el Frente para la Victoria, la Concertación Plural, la Coalición Cívica, el Frente Peronista para la Victoria, Acción por San Pedro y todos esos eufemismos que disfrazan una búsqueda desesperada de poder?
En contrapartida: ¿Cómo explicarles a esas mismas generaciones qué fueron el Partido Justicialista, la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, el Partido Comunista y todos esos conceptos de quienes sus hijos políticos reniegan hoy?
Sin dudas, lo ideal sería utilizar este espacio para el debate de ideas, lo que haremos a partir de la próxima columna. Pero es innegable que pocas ideas pueden debatirse con este muestrario de viejas prácticas disfrazadas con pieles nuevas.

Gabriel Stringhini

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Dejo como comentario esta definición del "Diccionario del Diablo" de Ambrose Bierce:

Política, s. Conflicto de intereses disfrazados de lucha de principios. Manejo de los intereses públicos en provecho privado.
Anónimo ha dicho que…
Gabriel, felicitaciones por la página y por las columnas, realmente va a ser chocante entrar al cuarto oscuro y encontrarnos con una boleta que lleve como candidato a Senador a JULIO PANGARO y como candidato a Intendente a MARIO BARBIERI, (SI, EN LA MISMA BOLETA), deberías mezclar las dos columnas, HIPOCRITAS, INCOHERENTES, RATAS Y SUICIDAS, SOBRE TODO RATAS Y SUICIDAS.- Seguí adelante y no te dejes intimidar, que en eso son especialistas.....
Anónimo ha dicho que…
No es de extrañarse la forma en que se comportan los acomodaticios que buscan permanecer en el poder. Barbieri, López, Rotundo, Pángaro y todos los demás quieren lo mismo: seguir viviendo de la gente.
Anónimo ha dicho que…
Que raro Germancito Lopez manipulando encuestas, ya me parecía raro que Pando tenga mas votos de Barbieri y Rotundo. Por favor, recordemos el 2001 antes de ir a votar, cuando le querían prender fuego la casa a todos los que ahora van juntos, no sigamos votando a estas ratas que viven de nosotros y quieren perpetuarse en el poder aunque tengan que matar a sus propias madres.......