Perdón por la insistencia.
Pero de acuerdo a las estadísticas oficiales del Hospital Subzonal San Pedro para el año 2006, que fueron difundidas por la Asociación de Familiares de Enfermos Síquicos (AFES), San Pedro sigue teniendo uno de los índices de suicidios más alto del mundo.
Aunque a pocos le importe, los datos del año pasado, que la asociación dio a conocer con motivo del Día de la Salud Mental, indican que por primera vez se alcanzó la cifra de 100 intentos de suicidio en un año, solo entre los registrados oficialmente por el centro asistencial oficial. De ellos, al menos treinta lograron su cometido.
Sin contar los suicidios que fueron ocultados por los familiares como episodios accidentales, la tasa anual de San Pedro trepa a 60 cada 100 mil habitantes. La cifra surge al considerar que la ciudad cabecera (de donde se toman las cifras) cuenta con una población de aproximadamente 50 mil habitantes (eran 47 mil en el censo del 2001). Si son treinta los suicidios en 50 mil habitantes, la tasa es de 60 cada 100 mil.
El número supera seis veces el promedio de Argentina (9.9 cada 100 mil) y no tiene paralelos con ninguna publicación realizada en el mundo, ni siquiera tomando los casos de estudio de la Organización Mundial de la Salud.
“El Diario de San Pedro” denunció hace más de dos años la situación en un artículo de similares características al presente, sin que hasta el momento se haya iniciado siquiera un análisis serio que permita aproximarse a las causas. Ni el Ministerio de Salud de la Nación, ni la Región Sanitaria parecen haber tomado conocimiento de estas cifras que, aunque difundidas por una entidad sin fines de lucro, surgen de la Dirección de Estadísticas del Hospital Subzonal.
Para tomar una real dimensión del problema, basta con navegar por Internet y buscar artículos científicos e informes oficiales de todo el mundo (ver aparte). De ese modo sencillo, al alcance de todos (mucho más de los funcionarios del área) puede establecerse que existe un gran debate y preocupación sobre el caso de Cuba, que presenta de acuerdo a los datos de la OMS una tasa de 24,5/ 100 mil entre los hombres y la mitad entre las mujeres. Se trata de un índice tres veces menor al de San Pedro…
Hungría y Ucrania, países del este europeo con factores múltiples que los transforman en los peores de Europa en la materia, no llegan a 50 suicidios cada 100 mil habitantes, una tasa sensiblemente menor a la sampedrina.
Aún en China, en donde el suicidio es la primera causa de muerte de adultos jóvenes, y donde se registran el 44% de las muertes por mano propia del mundo, la tasa es de 33 cada 100 mil habitantes (la mitad que San Pedro) de acuerdo a los datos oficiales publicados a fines de los noventa.
En España, tomó una enorme dimensión el caso de un pueblo de montaña que en los últimos años se transformó en materia de estudio de científicos europeos. Se trata de La Rabita, que presenta un índice de 25 muertes por año cada 100 mil habitantes.
Incluso los soldados del ejército estadounidense que participaron de la guerra de Irak y sufren estrés postraumático tienen una tasa de 17,3 cada 100 mil.
La verdad incómoda
Los siguientes son informes que hablan sobre las estadísticas mundiales en materia de suicidios, y que muestran claramente la gravedad de lo ocurrido en nuestra ciudad:
“Veintisiete de cada 100.000 personas en Japón se suicidan, según los últimos datos, una de las tasas más altas del mundo y la más elevada en el país nipón desde que la policía comenzó a registrar las estadísticas de los suicidios en 1978.” (Diario “El Mundo” España)
“Entre los países que informan acerca del suicidio a la Organización Mundial de la Salud, las tasas más altas se observan en Europa oriental (por ejemplo, Belarús, 41,5 por 100 000; Estonia, 37,9 por 100 000; en Federación de Rusia, 43,1 por 100 000, y Lituania, 51,6 por 100 000). También se han comunicado tasas altas de suicidio en Sri Lanka (37 por 100 000 en 1996), según los datos proporcionados por la Oficina Regional de la OMS para Asia Sudoriental Se encuentran tasas bajas principalmente en América Latina (en particular en Colombia, 4,5 por 100 000, y Paraguay, 4,2 por 100 000) y en algunos países de Asia (por ejemplo, Filipinas, 2,1 por 100 000, y Tailandia, 5,6 por 100 000). En otros países de Europa, en Canadá y Estados Unidos, y en partes de Asia y el Pacífico las tasas tienden a ubicarse entre estos extremos (por ejemplo, Alemania, con una tasa de 14,3 por 100 000; Australia, 17,9 por 100,000; Bélgica, 24,0 por 100 000; Canadá, 15,0 por 100 000; Estados Unidos, 13,9 por 100,000; Finlandia, 28,4 por 100 000; Francia, 20,0 por 100 000; Japón, 19,5 por 100 000; y Suiza, 22,5 por 100 000). Lamentablemente, se cuenta con poca información sobre el suicidio en los países de África” (datos publicados por la Organización Panamericana de la Salud)
“Cuba es el país con la mayor tasa de suicidios en todo el Hemisferio y una de las mayores del mundo, de acuerdo con las más recientes estadísticas elaboradas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Según los Indicadores Básicos de la Salud 2005 de la OPS, Cuba tuvo una tasa de suicidios de 18.1 por cada 100,000 habitantes en el período 2000-2005, lejos del segundo lugar ocupado por Uruguay con 15.9 y muy por encima de países como Perú con 2.3 y Guatemala con 1.9” (El Nuevo Herald).
“El índice de suicidio entre hispanos en la ciudad de Nueva York en el 2003 fue de 3,7 muertes por cada 100.000 personas, inferior al registrado en el estado, que fue de 4,0 por cada 100.000”. (Estadísticas presentadas por la funcionaria encargada del tema en las audiencias públicas del Comité de Salud Mental de la Asamblea estatal, que evalúa el suicidio entre los hispanos y asiáticos).
“Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 815.000 personas en el mundo perdieron la vida a causa del suicidio en el año 2000. Esto corresponde a una tasa de suicidios de 14,5 por 100.000 personas. Países como Australia, Finlandia, Gran Bretaña, Canadá o Suecia cuentan con un programa de prevención nacional. En la otrora Europa de los Quince hubo un alto nivel de casos entre 1980 y 1985 con una tasa de 16,1 por 100.000 habitantes, que descendió diez años después a 14,1. En los cantones de confesión protestante de Suiza hay una tasa de suicidios más elevada que en los cantones católicos. En Basilea y Berna es de 25/100.000. En el Tesino y los cantones de la Suiza Central (Uri, Schwyz, Zug, Glaris) es de 15/100.000” (portal informativo “Swiss info”).
“Se analizaron los datos de 90 países de las 192 naciones del mundo. Los datos de suicidio suelen ser cuestionados, porque en muchos casos no se informan por motivos culturales o religiosos y a veces pueden estar enmascarados por otras causas de muerte. La tasa de suicidio de los 90 países analizados para jóvenes de entre 15 y 19 años fue 7.4/100 000 habitantes ( 10.5 para hombres y 4.1 para mujeres)” (Salud Pública.com)
“El estudio del Ejército sobre suicidios muestra que en 2006 el índice de suicidios entre los soldados fue de 17,3 por cada 100.000, frente a los 12,8 suicidios por cada 100.000 soldados un año antes. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, la incidencia de suicidios entre la población de Estados Unidos en general es de 10,9 por cada 100.000 habitantes” (Departamento de Defensa de los Estados Unidos).
“En los últimos 13 años, entre sus 38.000 habitantes, se han contabilizado 135 suicidios consumados. El promedio resultante ha despertado el interés de expertos de todo el mundo: 25 muertes al año por cada 100.000 habitantes. Casi cuatro veces la media para toda la población española, sin que nadie haya podido, hasta ahora, dar un por qué” (Informe sobre “La Rabita”, titulado “Un caso inexplicable: En el pueblo de los suicidas”, Diario El Mundo, España).
“En la franja de hombres de entre 20 y 24 años, la tasa de suicidios entrerriana triplica la media nacional: es de 22,4 por cien mil habitantes” (Agencia Noticias Argentinas).
Comparación en base a datos de la OMS año 2006
SAN PEDRO 60 suicidios cada 100 mil habitantes
Ucrania 46.7 en hombres / 8.4 en mujeres
Sri Lanka 44.6 / 16.8
Moldavia 30.6 / 4.8
República Checa 27.5/ 6.8
Cuba 24.5/ 12.0
Suiza 26.5 / 10.6
Dinamarca 20.2 / 7.2
Australia 20.1/ 5.3
Suecia 18.9/ 8.1
Uruguay 16.6/ 4.2
España 12.6/ 3.9
ARGENTINA 9.9/ 3.0
Cuestión cultural
El suicidio es ilegal en muchos países y está fuertemente condenado por la sociedad en otros, especialmente en países con mayoría de población católica. En el extremo contrario se encuentran otros países que honran ciertos tipos de suicidio. Antiguamente los japoneses, por ejemplo, respetaban el harakiri, práctica en la que una persona avergonzada compensaba un fallo o el incumplimiento de un deber clavándose una daga. También en la India, hasta finales del siglo XIX, se llevaba a cabo el suttee, que consistía en que la viuda del fallecido debía inhumarse en la pira funeraria de su marido. Durante la II Guerra Mundial, los pilotos kamikazes japoneses consideraban como un gran acto de honor el llevar a cabo misiones suicidas de bombardeo estrellando sus aviones contra el objetivo enemigo.
Estamos más cerca de validar lo segundo.
Pero de acuerdo a las estadísticas oficiales del Hospital Subzonal San Pedro para el año 2006, que fueron difundidas por la Asociación de Familiares de Enfermos Síquicos (AFES), San Pedro sigue teniendo uno de los índices de suicidios más alto del mundo.
Aunque a pocos le importe, los datos del año pasado, que la asociación dio a conocer con motivo del Día de la Salud Mental, indican que por primera vez se alcanzó la cifra de 100 intentos de suicidio en un año, solo entre los registrados oficialmente por el centro asistencial oficial. De ellos, al menos treinta lograron su cometido.
Sin contar los suicidios que fueron ocultados por los familiares como episodios accidentales, la tasa anual de San Pedro trepa a 60 cada 100 mil habitantes. La cifra surge al considerar que la ciudad cabecera (de donde se toman las cifras) cuenta con una población de aproximadamente 50 mil habitantes (eran 47 mil en el censo del 2001). Si son treinta los suicidios en 50 mil habitantes, la tasa es de 60 cada 100 mil.
El número supera seis veces el promedio de Argentina (9.9 cada 100 mil) y no tiene paralelos con ninguna publicación realizada en el mundo, ni siquiera tomando los casos de estudio de la Organización Mundial de la Salud.
“El Diario de San Pedro” denunció hace más de dos años la situación en un artículo de similares características al presente, sin que hasta el momento se haya iniciado siquiera un análisis serio que permita aproximarse a las causas. Ni el Ministerio de Salud de la Nación, ni la Región Sanitaria parecen haber tomado conocimiento de estas cifras que, aunque difundidas por una entidad sin fines de lucro, surgen de la Dirección de Estadísticas del Hospital Subzonal.
Para tomar una real dimensión del problema, basta con navegar por Internet y buscar artículos científicos e informes oficiales de todo el mundo (ver aparte). De ese modo sencillo, al alcance de todos (mucho más de los funcionarios del área) puede establecerse que existe un gran debate y preocupación sobre el caso de Cuba, que presenta de acuerdo a los datos de la OMS una tasa de 24,5/ 100 mil entre los hombres y la mitad entre las mujeres. Se trata de un índice tres veces menor al de San Pedro…
Hungría y Ucrania, países del este europeo con factores múltiples que los transforman en los peores de Europa en la materia, no llegan a 50 suicidios cada 100 mil habitantes, una tasa sensiblemente menor a la sampedrina.
Aún en China, en donde el suicidio es la primera causa de muerte de adultos jóvenes, y donde se registran el 44% de las muertes por mano propia del mundo, la tasa es de 33 cada 100 mil habitantes (la mitad que San Pedro) de acuerdo a los datos oficiales publicados a fines de los noventa.
En España, tomó una enorme dimensión el caso de un pueblo de montaña que en los últimos años se transformó en materia de estudio de científicos europeos. Se trata de La Rabita, que presenta un índice de 25 muertes por año cada 100 mil habitantes.
Incluso los soldados del ejército estadounidense que participaron de la guerra de Irak y sufren estrés postraumático tienen una tasa de 17,3 cada 100 mil.
La verdad incómoda
Los siguientes son informes que hablan sobre las estadísticas mundiales en materia de suicidios, y que muestran claramente la gravedad de lo ocurrido en nuestra ciudad:
“Veintisiete de cada 100.000 personas en Japón se suicidan, según los últimos datos, una de las tasas más altas del mundo y la más elevada en el país nipón desde que la policía comenzó a registrar las estadísticas de los suicidios en 1978.” (Diario “El Mundo” España)
“Entre los países que informan acerca del suicidio a la Organización Mundial de la Salud, las tasas más altas se observan en Europa oriental (por ejemplo, Belarús, 41,5 por 100 000; Estonia, 37,9 por 100 000; en Federación de Rusia, 43,1 por 100 000, y Lituania, 51,6 por 100 000). También se han comunicado tasas altas de suicidio en Sri Lanka (37 por 100 000 en 1996), según los datos proporcionados por la Oficina Regional de la OMS para Asia Sudoriental Se encuentran tasas bajas principalmente en América Latina (en particular en Colombia, 4,5 por 100 000, y Paraguay, 4,2 por 100 000) y en algunos países de Asia (por ejemplo, Filipinas, 2,1 por 100 000, y Tailandia, 5,6 por 100 000). En otros países de Europa, en Canadá y Estados Unidos, y en partes de Asia y el Pacífico las tasas tienden a ubicarse entre estos extremos (por ejemplo, Alemania, con una tasa de 14,3 por 100 000; Australia, 17,9 por 100,000; Bélgica, 24,0 por 100 000; Canadá, 15,0 por 100 000; Estados Unidos, 13,9 por 100,000; Finlandia, 28,4 por 100 000; Francia, 20,0 por 100 000; Japón, 19,5 por 100 000; y Suiza, 22,5 por 100 000). Lamentablemente, se cuenta con poca información sobre el suicidio en los países de África” (datos publicados por la Organización Panamericana de la Salud)
“Cuba es el país con la mayor tasa de suicidios en todo el Hemisferio y una de las mayores del mundo, de acuerdo con las más recientes estadísticas elaboradas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Según los Indicadores Básicos de la Salud 2005 de la OPS, Cuba tuvo una tasa de suicidios de 18.1 por cada 100,000 habitantes en el período 2000-2005, lejos del segundo lugar ocupado por Uruguay con 15.9 y muy por encima de países como Perú con 2.3 y Guatemala con 1.9” (El Nuevo Herald).
“El índice de suicidio entre hispanos en la ciudad de Nueva York en el 2003 fue de 3,7 muertes por cada 100.000 personas, inferior al registrado en el estado, que fue de 4,0 por cada 100.000”. (Estadísticas presentadas por la funcionaria encargada del tema en las audiencias públicas del Comité de Salud Mental de la Asamblea estatal, que evalúa el suicidio entre los hispanos y asiáticos).
“Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 815.000 personas en el mundo perdieron la vida a causa del suicidio en el año 2000. Esto corresponde a una tasa de suicidios de 14,5 por 100.000 personas. Países como Australia, Finlandia, Gran Bretaña, Canadá o Suecia cuentan con un programa de prevención nacional. En la otrora Europa de los Quince hubo un alto nivel de casos entre 1980 y 1985 con una tasa de 16,1 por 100.000 habitantes, que descendió diez años después a 14,1. En los cantones de confesión protestante de Suiza hay una tasa de suicidios más elevada que en los cantones católicos. En Basilea y Berna es de 25/100.000. En el Tesino y los cantones de la Suiza Central (Uri, Schwyz, Zug, Glaris) es de 15/100.000” (portal informativo “Swiss info”).
“Se analizaron los datos de 90 países de las 192 naciones del mundo. Los datos de suicidio suelen ser cuestionados, porque en muchos casos no se informan por motivos culturales o religiosos y a veces pueden estar enmascarados por otras causas de muerte. La tasa de suicidio de los 90 países analizados para jóvenes de entre 15 y 19 años fue 7.4/100 000 habitantes ( 10.5 para hombres y 4.1 para mujeres)” (Salud Pública.com)
“El estudio del Ejército sobre suicidios muestra que en 2006 el índice de suicidios entre los soldados fue de 17,3 por cada 100.000, frente a los 12,8 suicidios por cada 100.000 soldados un año antes. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, la incidencia de suicidios entre la población de Estados Unidos en general es de 10,9 por cada 100.000 habitantes” (Departamento de Defensa de los Estados Unidos).
“En los últimos 13 años, entre sus 38.000 habitantes, se han contabilizado 135 suicidios consumados. El promedio resultante ha despertado el interés de expertos de todo el mundo: 25 muertes al año por cada 100.000 habitantes. Casi cuatro veces la media para toda la población española, sin que nadie haya podido, hasta ahora, dar un por qué” (Informe sobre “La Rabita”, titulado “Un caso inexplicable: En el pueblo de los suicidas”, Diario El Mundo, España).
“En la franja de hombres de entre 20 y 24 años, la tasa de suicidios entrerriana triplica la media nacional: es de 22,4 por cien mil habitantes” (Agencia Noticias Argentinas).
Comparación en base a datos de la OMS año 2006
SAN PEDRO 60 suicidios cada 100 mil habitantes
Ucrania 46.7 en hombres / 8.4 en mujeres
Sri Lanka 44.6 / 16.8
Moldavia 30.6 / 4.8
República Checa 27.5/ 6.8
Cuba 24.5/ 12.0
Suiza 26.5 / 10.6
Dinamarca 20.2 / 7.2
Australia 20.1/ 5.3
Suecia 18.9/ 8.1
Uruguay 16.6/ 4.2
España 12.6/ 3.9
ARGENTINA 9.9/ 3.0
Cuestión cultural
El suicidio es ilegal en muchos países y está fuertemente condenado por la sociedad en otros, especialmente en países con mayoría de población católica. En el extremo contrario se encuentran otros países que honran ciertos tipos de suicidio. Antiguamente los japoneses, por ejemplo, respetaban el harakiri, práctica en la que una persona avergonzada compensaba un fallo o el incumplimiento de un deber clavándose una daga. También en la India, hasta finales del siglo XIX, se llevaba a cabo el suttee, que consistía en que la viuda del fallecido debía inhumarse en la pira funeraria de su marido. Durante la II Guerra Mundial, los pilotos kamikazes japoneses consideraban como un gran acto de honor el llevar a cabo misiones suicidas de bombardeo estrellando sus aviones contra el objetivo enemigo.
Estamos más cerca de validar lo segundo.
Comentarios
Mis respetos a todos los familiares víctimas de suicidios, les pido que no se sientan culpable, la familia está inmersa en una subcultura, y en este caso la Sampedrina que tiene sus propias pautas, códigos, e imaginarios.
¿Por qué en San Pedro? Creo que la respuesta la tenemos todos en algún lugar de nuestro inconsciente, no alcanzan las palabras para describir una problemática tan compleja, sería un reduccionismo poco creíble.
Los especialistas sobre el tema tendrían que hacer un buen diagnóstico, para luego implementar acciones concretas.
En esa respuesta difusa que todos tenemos se encuentran algunos hilos conductores.
1) Querer ser lo que no soy.
2) Mijo el Dotor.
3) Vivir como si fuésemos de clase alta, cuando en verdad no es así.
4) Ni vivir ni dejar vivir.
5) Que el fracaso ajeno sea mi propia victoria.
6) Juzgar o mejor dicho prejuzgar sin argumentos sólidos y si se destruyen familias enteras mejor.
7) Discursos moralistas que no concuerdan con el accionar de quien lo emite.
8) Discriminación
Un ejercicio, pidan prestado por una hora un auto último modelo, pasen un domingo por el paseo y luego nos cuentan que pasa, esos discursos también se incorporan en la construcción mental desde edades tempranas.
Un saludo
saludos