No es la primera vez que sucede y, supongo, será la última después de esta nota. O no, uno nunca termina de comprender ciertas reacciones. No es la primera vez que funcionarios del Ejecutivo Municipal, rindiendo tributo a su superior, se enfurecen con los medios por publicar noticias. Simplemente eso: noticias. Sin emitir opinión alguna ni generar calificaciones respecto de lo publicado – ¡qué provocaría si así lo hiciéramos!-.
Ayer, un llamado telefónico demostraba el disgusto que había causado en el ámbito municipal la nota.
La situación se colmó cuando esta mañana se convocó a una conferencia de prensa para hablar contra los modos en que la prensa había publicado una noticia, cuestión de la que lamentablemente tomé conocimiento cuando la rueda con los medios estaba finalizando debido a mis otros trabajos.
En la edición del martes 2 de diciembre, fue publicada en El Imparcial –bisemanario en el que trabajo- una nota bajo el título “Malestar por el acto de la Soberanía Nacional” donde se aludía a dos cartas: una emitida por la Comisión Nacional Permanente de Homenaje a la Vuelta de Obligado y otra por la Universidad de Lanús. En ambas se hacía referencia a episodios vividos durante la conmemoración de la Soberanía Nacional por parte de los miembros de estas instituciones. Lo que hicimos fue publicar fracciones de las cartas, que eran mucho más extensas pero que decidimos acortar por cuestión de espacio. Las mismas cartas pueden leerse en la sección Documentos de este blog desde hace una semana.
Los hechos relatados cumplían con los requisitos mínimos y necesarios como para convertirse en noticia, a saber:
1-“Grado y nivel jerárquico de los sujetos implicados en el acontecimiento noticiable: en general, cuando un hecho atañe a personas de élite, que tienen poder institucional, reconocimiento social, peso en organizaciones sociales, políticas o económicas, mayores posibilidades tiene de convertirse en noticia (más allá de la jerarquía que quieran darle los funcionarios municipales).
2- Impacto sobre la Nación y sobre el interés nacional: capacidad de un hecho de influir sobre los intereses del país.
3-Cantidad de personas implicadas en el acontecimiento.
4- Importancia y significatividad del acontecimiento respecto a la evolución futura de una determinada situación” [1].
Detallar con ejemplos cada caso sería demasiado obvio, tratándose de actos relativos a la batalla de Obligado.
Las cartas habían sido publicadas por otros medios gráficos y este mismo portal de internet, leídas en radios locales y por el canal televisivo local.
Más allá de que las noticias puedan resultar más o menos agradables a los lectores, más allá de las opiniones que puedan disparar y más allá de que enojen a quien enojen, lo cierto es que se trató de la publicación de una cuestión concreta y así estaba claramente explicitado en la nota. En ningún momento se emitió opinión al respecto y si así hubiera sido, existe la libertad de expresión y de prensa, garantizada en la Constitución Nacional y las normas internacionales a las que Argentina se plegó, por lo cual enojara a quien enojara, y con las debidas argumentaciones del caso, la opinión podría haberse vertido sin tapujos.
Por otro lado, el acto organizado por la Municipalidad y el discurso emitido por el propio intendente Mario Barbieri había sido ampliamente cubierto por este medio; con los conceptos vertidos en él y con la misma cantidad de caracteres. Es decir, se le dio la misma importancia a ambas cuestiones.
La irritación, sin embargo, fue simplemente por la publicación de dos hechos objetivos: la emisión de dos cartas que vertían, sí, opiniones; pero que consideramos importantes por los criterios de noticiabilidad enumerados arriba. Así, en todo caso, podrán enfurecerse con quien emitió la opinión pero no con el medio que las publica, incluso desatendiendo a la diversidad de pensamiento.
El llamado en el teléfono que, reitero, no es la primera vez que se genera, y la encendida conferencia de prensa de la que reitero, lamento no haber podido participar por otras obligaciones, fue luego de la nota escrita en El Imparcial y cuyo título molestó, como tantas otras veces.
Uno puede interpretarlo de diversas maneras. En cualquier caso, quiero suponer que no deseaban indicar lo que puede o no publicarse, ni establecer una suerte de “recomendación” para obtener publicidad oficial –cuestión que, además, no me compete en absoluto. Incluso subirse a un pedestal queríendole indicar a los periodistas cómo deben trabajar me parece demasiado burdo.
Quizás, también, existen malas costumbres de creer que la línea editorial de un medio debe estar marcada por el gobierno de turno o partido político alguno. Cuestión que no se aplicará jamás, al menos, a mi persona.
Insisto, la libertad de expresión, pensamiento y opinión será siempre un pilar que mantendremos moleste a quien moleste.
Ayer, un llamado telefónico demostraba el disgusto que había causado en el ámbito municipal la nota.
La situación se colmó cuando esta mañana se convocó a una conferencia de prensa para hablar contra los modos en que la prensa había publicado una noticia, cuestión de la que lamentablemente tomé conocimiento cuando la rueda con los medios estaba finalizando debido a mis otros trabajos.
En la edición del martes 2 de diciembre, fue publicada en El Imparcial –bisemanario en el que trabajo- una nota bajo el título “Malestar por el acto de la Soberanía Nacional” donde se aludía a dos cartas: una emitida por la Comisión Nacional Permanente de Homenaje a la Vuelta de Obligado y otra por la Universidad de Lanús. En ambas se hacía referencia a episodios vividos durante la conmemoración de la Soberanía Nacional por parte de los miembros de estas instituciones. Lo que hicimos fue publicar fracciones de las cartas, que eran mucho más extensas pero que decidimos acortar por cuestión de espacio. Las mismas cartas pueden leerse en la sección Documentos de este blog desde hace una semana.
Los hechos relatados cumplían con los requisitos mínimos y necesarios como para convertirse en noticia, a saber:
1-“Grado y nivel jerárquico de los sujetos implicados en el acontecimiento noticiable: en general, cuando un hecho atañe a personas de élite, que tienen poder institucional, reconocimiento social, peso en organizaciones sociales, políticas o económicas, mayores posibilidades tiene de convertirse en noticia (más allá de la jerarquía que quieran darle los funcionarios municipales).
2- Impacto sobre la Nación y sobre el interés nacional: capacidad de un hecho de influir sobre los intereses del país.
3-Cantidad de personas implicadas en el acontecimiento.
4- Importancia y significatividad del acontecimiento respecto a la evolución futura de una determinada situación” [1].
Detallar con ejemplos cada caso sería demasiado obvio, tratándose de actos relativos a la batalla de Obligado.
Las cartas habían sido publicadas por otros medios gráficos y este mismo portal de internet, leídas en radios locales y por el canal televisivo local.
Más allá de que las noticias puedan resultar más o menos agradables a los lectores, más allá de las opiniones que puedan disparar y más allá de que enojen a quien enojen, lo cierto es que se trató de la publicación de una cuestión concreta y así estaba claramente explicitado en la nota. En ningún momento se emitió opinión al respecto y si así hubiera sido, existe la libertad de expresión y de prensa, garantizada en la Constitución Nacional y las normas internacionales a las que Argentina se plegó, por lo cual enojara a quien enojara, y con las debidas argumentaciones del caso, la opinión podría haberse vertido sin tapujos.
Por otro lado, el acto organizado por la Municipalidad y el discurso emitido por el propio intendente Mario Barbieri había sido ampliamente cubierto por este medio; con los conceptos vertidos en él y con la misma cantidad de caracteres. Es decir, se le dio la misma importancia a ambas cuestiones.
La irritación, sin embargo, fue simplemente por la publicación de dos hechos objetivos: la emisión de dos cartas que vertían, sí, opiniones; pero que consideramos importantes por los criterios de noticiabilidad enumerados arriba. Así, en todo caso, podrán enfurecerse con quien emitió la opinión pero no con el medio que las publica, incluso desatendiendo a la diversidad de pensamiento.
El llamado en el teléfono que, reitero, no es la primera vez que se genera, y la encendida conferencia de prensa de la que reitero, lamento no haber podido participar por otras obligaciones, fue luego de la nota escrita en El Imparcial y cuyo título molestó, como tantas otras veces.
Uno puede interpretarlo de diversas maneras. En cualquier caso, quiero suponer que no deseaban indicar lo que puede o no publicarse, ni establecer una suerte de “recomendación” para obtener publicidad oficial –cuestión que, además, no me compete en absoluto. Incluso subirse a un pedestal queríendole indicar a los periodistas cómo deben trabajar me parece demasiado burdo.
Quizás, también, existen malas costumbres de creer que la línea editorial de un medio debe estar marcada por el gobierno de turno o partido político alguno. Cuestión que no se aplicará jamás, al menos, a mi persona.
Insisto, la libertad de expresión, pensamiento y opinión será siempre un pilar que mantendremos moleste a quien moleste.
Felicitas Bernasconi
[1] Martini, Stella. La información, Criterios de noticiabilidad. Documento de la Cátedra Teorías sobre el Periodismo, Fac. de Ciencias Sociales, UBA, 1998.
(Entrada principal: www.notisanpedro.blogspot.com http://notisanpedro.blogspot.com/2008/12/qu-le-pasa-al-gobierno-municipal-con-la.html)
Comentarios
En esa oportunidad escribimos: "La multiplicidad de información es un derecho adquirido a fuerza de discutir las lógicas del pensamiento único y unidimensional, habiendo obtenido la pluralidad como eje de las discusiones públicas, afirmando lo que la Constitución Nacional prescribe, empoderando a todo aquel que tenga acceso a ciertas herramientas comunicacionales que permitan hacer uso del derecho a la libertad de expresión y opinión, en un marco donde –va de suyo– la neutralidad ética es un invento para ejercer la dominación simbólica"*.
Lamentamos con ustedes que esa misma letra tenga que venir a cuento otra vez.
Implosión web
*http://implosionweb.vox.com/library/post/en-defensa-de-la-informaci%C3%B3n-m%C3%BAltiple.html