FEOS, SUCIOS Y MALOS y una “inofensiva” Carta de Lectores (por Marcelo Valko)

Para los que no lo tienen presente, en octubre de 1947, se produce la mayor matanza de indígenas de la historia del siglo XX. Eso sucedió en Formosa, en Las Lomitas e inmediaciones. No se sabe a ciencia cierta la cantidad de muertos, pero oscila entre 500 y 800. Incluso algunos hablan de 1500.
¿A quéviene este recuerdo, en medio de un 1ro de Mayo?
Veamos la relación. Todos sabemos que para que se produzca una matanza, una carnicería de tales proporciones, tiene que existir complicidad de la sociedad. La complicidad se construye de muchas maneras. Una es negando la condición humana del otro. Ruego que lean esta breve “Carta de Lectores” que ayer, jueves 30 de abril de 2009, apareció en el diario formoseño La Mañana donde califica a los indígenas de poco solidarios, sucios, ignorantes, egoístas, especulares, oportunistas. En fin, observen ustedes mismos:

"¿Solo derechos y reclamos?
Nos preguntamos y, en realidad, se preguntan todos los habitantes de la provincia en general: ¿los aborígenes solo tienen derechos y reclamos?, ¿no tienen ninguna obligación para con la sociedad? ¿todo para ellos es gratis? ¿hasta cuando serán usados por gente inescrupulosa que desde las sombras empañan las paz social? ¿cuando darán la cara frente a sus organizaciones y/o personajes que lucran con los hermanos aborígenes? ¿porque no trabajan en serio por la dignificación de los aborígenes? ¿porque en salvaguarda de la "cultura" los instan a no crear hábitos de higiene personal y comunitaria, a ser responsables para con sus obligaciones en todos los ámbitos, a ser mas solidarios y menos discriminadores entre si, y ni que hablar para con los blancos? ¿Porque les lavan el cerebro y los inducen a vivir miserablemente en lugar de que sean humildes pero dignos? ¿Porque se los induce a ser especuladores y oportunistas? ¿Porque se los acostumbra a vivir de las dádivas? Los adoctrinan y los manipulan políticamente para desestabilizar y menospreciar a quienes realmente se preocupan y ocupan de sus vidas. Tienen una Ley del Aborigen y muchísimas acciones del Gobierno, que intenta brindarles igualdad de oportunidades y posibilidades, a veces mas que a la población blanca. Son beneficiarios de viviendas, planes sociales, beca, empleos, etc. Poseen todo lo necesario para hacerse cargo de sus propias vidas.
Desde lo educativo tienen servicios en todas las comunidades y/o divisiones que se crean por intereses de no se quienes o, mejor dicho, de los que supuestamente velan por sus derechos y solo sacan réditos propios. Viven reclamando, cuestionando y violentando el normal desarrollo de las actividades institucionales y áulicas. Sin embargo, no envían a sus hijos a la escuela, no les importan los horarios, no dejan que se les inculquen hábitos y valores que son indispensables para vivir en comunidad.
Firman: Ernesto Buryaile (delegado zonal Las Lomitas), Máximo Guerra (secretario general de la Delegación Zonal Las Lomitas), Vicente Martínez (supervisor escolar) y Nélida de Camargo (supervisora escolar)".


El texto que destila un discriminación increíble está firmada por autoridades locales que tienen a su cargo las escuelas bilingües. (Pienso, por otra parte, que con semejantes educadores, mejor dejar los chicos en casa). El diario La Mañana no publicó esta carta en internet, pero me acercaron la versión en papel. Es un texto que habla por si solo. Es increíble, como no se recuerda la historia de horror que vivió Las Lomitas en 1947. Es inadmisible como en el año 2009, mediante este “aporte” a la comunidad, se continua naufragando dentro de un pantano de racismo maloliente, apto para preparar el peor de los terrenos. De la carta además del racismo, se desprende que la situación de los indígenas es prácticamente inmejorable porque ya tienen “la ley del Aborigen”, una ley que, no lo dicen, ni se cumple ni se aplica. Otra consecuencia que se desprende es que si los indígenas están mal, es porque se lo buscaron, porque no quieren cambiar, no mandan a sus hijos a la escuela, no se higienizan, no trabajan, viven de dadivas etc. Eso significa que si mueren de desnutrición, de infecciones y viven desempleados o subempleados y los arrastran con clientelismo político que hacen de la etnicidad es, en la visión de los firmantes de la Carta de Lectores, una opción de vida. Es como si estuvieran hablando de un modo de vida, un modo de vida problemático para la sociedad. Siempre el indio como problema. Siempre, tal como siguen titulando numerosos manuales esclares: “El problema del indio.”
En realidad, estos problematizadores no dejan de construir una opción que cabalga al filo de la muerte. Recordemos lo que dijimos de la matanza de 1947. Casi pareciera que estamos leyendo crónicas de los comienzos de la Conquista , o relatos de la Construcción del Desierto de Roca que secuestró 13.000 prisioneros. Pero ni es el porquerizo Pizarro, ni el esclavista Roca o su publicista Estanislao Zeballos, se trata de autoridades educacionales. Tremendo. Desde la inocente “preocupación” por la comunidad de la Carta de Lectores, siguen construyendo a los feos, sucios y malos, siguen discriminando, siguen deshumanizando, siguen naufragando en un imaginario de complicidad.
Marcelo Valko
Profesor Titular Cátedra
Imaginario Étnico, Memoria y Resistencia
Carrera de Capitalismo y Derechos Humanos, UPMPM

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