La soja y los árboles (por Eduardo Campos)

Las sociedades más civilizadas, entiéndase las que poseen población con mayor nivel educativo, son las que han tomado conciencia de que la humanidad, a este paso, va hacia una catástrofe climática que puede llegar a complicar la existencia de la vida misma en el planeta.
Por supuesto son ellas las que mayor daño han causado, y causan, al medio ambiente, ya sea por la contaminación que crean o por el saqueo de los recursos de las más atrasadas.
Sin embargo es en esas naciones donde la alarma ha sonado en primer término y es en ellas, también, donde han nacido las organizaciones que intentan poner fin, o controlar al menos, las actividades que nos ponen en un callejón sin salida.
En países como el nuestro pareciera como que creemos que lo que los medios internacionales informan no tendrá mayores consecuencias por aquí.
Las autoridades (políticas y empresariales) hacen todo lo posible por que no tomemos conciencia de la gravedad del problema. Muchos negocios que mueven millones se terminarían o sufrirían mucho si la población argentina comenzara a actuar reclamando un mayor cuidado con el medio ambiente.
Hoy por hoy la inseguridad es la tapadera de todo esto. Manijeada por los medios con la anuencia del poder, la “inseguridad” se lleva toda nuestra atención… y muchos de nuestros recursos.
No es para menos, balaceras que han costado heridos y pueden costar un muerto en cualquier momento, robos, hurtos, riñas etc. nos ponen de la cabeza.
Cualquiera que vea Crónica TV durante un rato puede terminar poniéndole rejas hasta la cucha del “boby” un rato después.
Sin embargo hay algo más grave que se nos pasa por alto, y que emerge en esos segunditos de la última parte de los noticieros radiales: las necrológicas.
Es cuando “Doña Tota”, (digo Doña Tota porque Doña Rosa no me simpatiza, jamás sería amigo de Doña Rosa) le dice a quien tiene al lado: ¡viste! Murieron dos, uno de 42 y otro de 51. Siiii, -contesta el interlocutor- y ayer uno de 38.
Hace rato que se viene muriendo gente joven. El cáncer explica la mayor parte de esas muertes.
Si en el país muriera la misma cantidad de vacas por día que la gente joven que muere por cáncer estaríamos hablando de una tragedia nacional, pero a nadie se le mueve un pelo.
Empieza una campaña para prevenir cualquier enfermedad pedorra y hay autoridades que efectúan conferencias de prensa y notas en los medios, una detrás de la otra y sin solución de continuidad. Pero del cáncer, como antes del HIV, que matan en serio, ni mú.
En el marco de la economía internacional nuestro país ha tomado el rol de productor de alimento. Esto no es más que un eufemismo, en realidad producimos soja transgénica para forraje. Alimento dejamos de producir hace un rato largo ya. Que los agroquímicos que se usan para la soja transgénica son cancerígenos no es ya ningún secreto. La corte suprema de la provincia de Santa Fe fue la primera que ha prohibido su uso y otras provincias ya han hecho lo mismo. En Córdoba se había tomado hace un tiempo la decisión política… leyó bien…. dije política, de no permitir el sembrado de soja a menos de un kilómetro del comienzo de la zona urbana de las ciudades.
En San Pedro la tenemos acá nomás. Usted pasa ARCOR y la ve, va por Lucio Mansilla llegando a 11 de Setiembre y la ve. Circula por ruta 1001 y la ve. Al borde de las ruta 191 también la ve, y rodeando las localidades idem.
Pero la misma lógica que actúa en las grandes corporaciones (y sus empleados políticos) que silencian esto porque hay muchos millones en juego, también actúa en el productor rural que, ante la falta de rentabilidad de otros cultivos hace soja, negándose a ver las consecuencias que esto va teniendo sobre su familia y la gente vinculada a la actividad.
¿Por qué si la soja es tan rentable no la hace el primer mundo y, en cambio, prefiere pagarla muy bien a los países subdesarrollados por ella?
La respuesta la vi en “le Monde Diplomatique” hace ya un tiempo. Con muy poco territorio Francia, Holanda y otros países europeos, ante la disyuntiva de hacer soja o carne, se inclinaron por esta última. La vaca, a diferencia del cereal, se diversifica en muchos subproductos hasta tal punto que no hay nada del animal que se pierda. A la par de crear empleo se agrega valor a lo industrializado, aumentando aún más al vender al exterior lo manufacturado.
Esto tiene otra ventaja más. Al tratar de ganar superficie para la soja, el productor del tercer mundo deja otras actividades de lado, entre ellas la carne. Esto ocasiona que los países subdesarrollados que, históricamente, produjeron carne de buena calidad, pierdan los mercados que son ganados, a su vez, por los europeos.
Como se puede ver un negocio redondo. Se quedan con lo que da plata y nosotros nos hacemos cargo de lo que deja plata en manos de pocos y que, encima, nos mata.
Mientras escribo esto, jueves 6 por la mañana, la CoopSer está efectuando poda (¿poda?) en los árboles de Ruiz Moreno y Gomendio. Miro por la ventana y pienso en Europa y las informaciones que llegan en torno a carreteras que son desviadas unos metros por que hay un árbol en el medio, o casas que se han hecho a partir de un árbol que hay en el lugar y al que no se quiere sacar. Ver lo que la CoopSer viene haciendo desde hace un tiempo en la ciudad es de no creer.
Si usted circula por el campo podrá comprobar que ahí hace lo mismo, mutila enormes cortinas de árboles al ras debajo de los cables. Pregunto. ¿No es mejor correr algún metro los cables? Claro, va a costar un dinero que la empresa dice que es del socio. ¿Pero en la ciudad a quien le cuesta el dinero? La destrucción del arbolado público ha convertido a la ciudad en un caldero durante el verano. Consecuencia: se han vendido acondicionadores como nunca. Entonces ¿Quién termina pagando el costo?
Involucro a la comuna en esto porque debió haber hecho un replantado de especies hace rato ya, colocando árboles que se adapten a la ciudad pero que no la dejen inerme ante el recalentamiento que cada vez se nota más.
Yo no se si el lector ha hecho la experiencia en estos meses que pasaron de tocar el pavimento antes de la salida del sol. Si lo hizo lo habrá encontrado caliente. Es porque en la noche no alcanza a enfriarse algo que está al rayo del sol durante todo el día. Con las casas ocurre lo mismo. Con el cemento de la ciudad irradiando calor durante el día y la noche ¿cómo no necesitar de acondicionadores andando a full? Recuerda que hace unos años solamente se los encendía a partir del mediodía hasta la tarde. Bueno, la ciudad necesita un adecuado arbolado para cumplir una función, la comuna no lo construye y la CoopSer lo destruye.
Si usted observa el costado derecho de este blog verá una serie de banderitas correspondientes a personas de esos países que ingresan y leen lo mismo que está leyendo usted.
Sirvan estas fotos que acompañan a la presente columna para mostrar al mundo como operan las empresas aquí.
Pensar que en mi niñez, gran consumidor de ciencia ficción, temía que alguna invasión extraterrestre terminara con el planeta… ¡qué boludo! No me daba cuenta que es una tarea que encaramos nosotros mismos.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Estimado Eduardo
Es cierto que se hacen muchas podas indiscriminadas en la ciudad cortando, como es tradición los árboles a poco cm. del brote del año, pero si hay alguien que se preocupó por cambiar esto en forma efectiva es precisamente la coopser.
Tiene trabjando una profesional que cuida mucho ese detalle y hace intervenciones sobre la arboleda buscando eliminar sólo aquellas ramas que molestan al cableado, por eso me extraña mucho tu comentario.
Son muchos de los particulares habitantes de San Pedro infringiendo ordenanzas municipales, que el gobierno municipal no hace cumplir, quienes más daños hacen al arbolado.
En el caso de la ruta, vale tener en cuenta que esos árboles que se deben cortar para que no molesten los cables, en gran parte, son aquellos que están mal colocados, un árbol en un campo debe estar a 3 metros hacia adentro del límite ya sea con un campo lindereo o contra una calle. Ocurreque esos tres metros es superficie que el productor pierde y es necesaria la cortina para la producción frutícola. Esos son los intereses que está en juego y no la cooperativa que tiene correctamente colocado sus cableados.
Con referencia a la soja quisiera estar ta seguro como vos en lo que planteás probablemente tengas razón aunque hay otros aspectos mas claros en sus efectos como es el del monocultivo pero cuando quieras lo charlamos
Un abrazo
Miguel Iglesias
Anónimo ha dicho que…
No se hagan problema que ahora lo vamos a tener a Guacone de Intendente. Espero reasuma sus responsabilidades de protectorado del arbolado urbano ya que lo dejó de lado desde hace 9 años y medio aproximadamente. Se poda y arrancan especies centenarias con la "vista gorda" del grupo de tareas Municipal encargado del area, que autoriza y luego te hace el trabajo por su cuenta personal.
Vamos Pablito volvé a las fuentes que inspiraron CODEFAR.
Imponé un plan de forestación total de la ciudad.
QMLF ha dicho que…
Eduardo, me gusta escuchar a alguno de nuestros vecinos cuando comentan sus viajes a alguna de nuestras madres patrias en europa u otros paises del primer mundo y se llenan la boca con "el orden" "el respeto por las leyes" "la cultura de esos pueblos"-.
Después en la diaria, aca en estas pampas, los admiradores del viejo mundo, son los mismos que no respetan un árbol ya sea porque "me ensucia la vereda" o "las raíces rompen todo" o "esa cortina de eucalipto (de mas de 100 años) me ocupa mucho terreno en el campo" y mejor no hablar de el desastre que han hecho con el patrimonio histórico edilicio de la ciudad (por el cual la mayoría de los sres. arquitectos y profesionales de san pedro y el poder político han hecho poco y nada)demoliendo edifios de mucho valor para la historia de la ciudad, para hacer casitas mas propias de otrs geografías o edificios que no dicen mucho.
Pero bueno, aca estamos, sigamos esperando que los buenos ejemplos de "los países civilizados" sean imitados por nuestra gente, especialmente los que tienen posibilidades de cambiar algo de nuestra realidad que en estos temas deja bastante que desear.